La manera más efectiva de reducir nuestra factura eléctrica es dejar de consumir. Sin embargo, ¿es viable? La respuesta en la mayoría de los casos es no, pero sí podemos reducir los consumos innecesarios. ¿Cómo los identificamos? Algunos de ellos son muy sencillos de detectar: evitar dejar encendidos los botones de stand-by, emplear programas económicos, apagar luces que no se usen... Pero además existen otros consumos que nosotros a priori no controlamos sobre los cuales también podemos actuar. Para ayudarnos en esta tarea únicamente necesitamos monitorizar nuestro consumo, y ver con nuestros propios ojos qué aparatos y equipos de nuestro hogar o empresa son los que "comen" más electricidad y cómo varían sus consumos en función de los programas seleccionados.
1.- Medidores de consumo puntual: son aquellos instalados en los enchufes sobre los que se conectará el equipo eléctrico (lavadora, secador, TV...), por lo que únicamente nos aportan información parcial del consumo total de nuestro hogar. Son muy económicos, se pueden encontrar en cualquier superficie comercial por 10-20€, y son fácilisimos de usar. Otra ventaja que poseen es que se pueden mover y conocer así el consumo de otros aparatos eléctricos del hogar.
2.- Medidores de consumo total: estos equipos son más completos y nos aportan información del consumo global de todos los aparatos de la vivienda o empresa. Están formados normalmente por un dispositivo conectado por medio de una pinza a nuestra línea eléctrica general, aunque pueda parecer complicado, son sencillos de instalar ya que únicamente hay que quitar la tapa al cuadro eléctrico general. Ese dispositivo envía la información a un monitor que es donde el usuario puede comprobar su consumo instantáneo global, incluso se puede configurar para incluir la tarifa que nos impone la compañía eléctrica para ver todos los consumos traducidos en euros. Estos equipos no son tan económicos como los medidores de consumo puntual, pero se puede encontrar en el mercado por un coste razonable de entre 50 y 100€. Existen modelos más avanzados con conexión a internet que permiten al usuario poder acceder a todos los datos almacenados desde cualquier dispositivo.
Gracias a estos dispositivos se puede comprobar si la potencia que tenemos es la correcta, pudíendola reducir para hacer un consumo eficiente de la energía. Se pueden adaptar los hábitos de consumo previo análisis del uso y consumo realizado.
Para grandes instalaciones se pueden emplear también analizadores de redes o medidores que detallan los consumos y las especificaciones eléctricas para cada línea. Pueden ser fijos o portátiles, se pueden monitorizar igualmente los consumos, e incluso via GPRS se pueden comprobar todas las mediciones desde cualquier punto vía internet. Son muy empleados en instalaciones públicas como puede ser el alumbrado de una ciudad o edificios públicos para conocer los hábitos de consumo, y así poder mejorarlos, programándolos o eliminando las cargas negativas de las instalaciones. Estos equipos se pueden incluso alquilar por períodos de tiempo ya que sulen rondar los 2.000€.
Si conocieras detalladamente el consumo de los diferentes programas de tu horno, o frigorífico o de cualquier aparato o máquina de tu empresa, y supieras cuanto supone en dinero real al mes o al año, ¿modificarías tus hábitos de consumo para reducir la factura eléctrica?
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