¿Sabes cuánto consume una vivienda? ¿Sabes qué electrodomésticos "gastan" más en tu casa? Para responder a todas estas preguntas, el IDAE realizó un completo estudio denominado "Análisis del consumo energético del Sector Residencial en España" con 9.000 entrevistas y 600 mediciones reales para aclarar esas cuestiones.
Los resultados son muy claros:
1.- Hay más de 25 millones de viviendas construidas, de las cuales, 17 millones son viviendas principales.
2.- El 70% de los hogares son bloques de viviendas.
3.- El 20% del consumo global proviene del sector residencial, nuestras casas...
4.- Casi la mitad del consumo total de una vivienda proviene de la calefacción. El estudio diferencia tres zonas climáticas: atlántico norte, mediterráneo y continental. Los resultados generales se presentan en el gráfico de abajo.
Existen diversos focos de gasto energético en nuestras viviendas, pero sin lugar a dudas, en calentar nuestras casas se invierte la mitad de la energía que consumimos. ¿Por qué gastamos tanto en calefacción? Si se analizan únicamente las viviendas principales, el INE nos puede ayudar a sacar algunas conclusiones:
Las viviendas a lo largo de los años se han construido en base a las normativas que regían en cada momento, simplificándolas se obtienen los siguientes resultados:
De lo cual se deduce que el 55,9% de las viviendas primarias fueron construidas entes de 1981, sus requisitos de construcción, en términos energéticos, no eran críticos y por ello la ausencia de aislante térmico era bastante común. El CTE es más restrictivo, entra en vigor a partir del 2007, y divide los edificios según su disposición geográfica en cinco categorías (de la A a la E), restringiendo los valores del coeficiente de transmisión térmica, es decir, la capacidad de sus muros y cubiertas para transmitir calor.
Tras los datos expuestos anteriormente, una de las conclusiones más importantes que se pueden afirmar es que por las fachadas de nuestras viviendas se "marcha" gran parte del calor que generamos. La clave para cambiar esta situación: mejorar el aislamiento térmico de nuestras viviendas.
Existen tres metodologías para rehabilitar el aislante de las fachadas:
1.- Aislante térmico por el exterior: siempre que se pueda modificar el exterior de la fachada, esta opción es la mejor solución energética, se mejoran los puentes térmicos, no se reduce la superficie útil de la vivienda y no se interfiere con los usuarios de las viviendas.
2.- Aislante térmico por el interior: cuando haya que descartar modificar el exterior y no sea un
problema modificar el espacio en el interior de la vivienda, se realizará
la instalación de aislamiento térmico desde el interior, instalando aislamiento rígido y placas de yeso laminado, con o sin
perfilería.
3.- Aislante térmico por el interior de la cámara: cuando haya que descartar modificaciones del exterior y no se desee
perder espacio en el interior, se valorará la inyección de aislamiento
en la cámara siempre que ésta exista, sea accesible y cumpla con una
serie de requisitos que hagan la intervención viable.
El ahorro que se obtenga, aparte de depender de la metodología seleccionada, también será función de:
1.-La calidad del aislante.
2.-El espesor del aislante.
3.-La calidad de la placa de trasdosado.
4.-La proporción de fachada respecto del edificio total modificada.
En próximas entradas veremos los diferentes tipos de aislantes térmicos empleados en la construcción.
Interesante análisis. Crees que compensa invertir en aislar una vivienda antigua con los ahorros que se pueden conseguir en el recibo de la calefacción?
ResponderEliminarGracias por tu comentario iulibarri. Siempre compensa invertir en la rehabilitación del aislamiento de una fachada. El tiempo de recuperación de la inversión variará en función de: la metodología empleada, la ubicación geofráfica de la vivienda, la superficie de la envolvente (fachada y cubierta) implicada, entre otros... Por ejemplo: se quiere reformar la fachada de una vivienda en Vitoria-Gasteiz (clima frío) y se instala aislante exterior por todas las fachadas de todo el edificio y la cubierta, la amortización rondaría 1 año. El caso extremo, una vivienda en Málaga (clima cálido), se módifica únicamente el aislante de la fachada principal, la amortización podría rondar hasta los 20 años. Por todo esto es muy importante analizar y estudiar muy bien cada caso concreto.
ResponderEliminarEspero que te haya ayudado la respuesta.